domingo, 20 de abril de 2008

Con ella fue distinto a las otras veces...

Nada más entrar en la consulta vuelvo a reafirmarme en que no encajo en muchos de los básicos de mujer... Como por ejemplo en el de "la mujer española nunca mea sola", yo nunca fuí en patrulla al servicio y si el de chicas estaba ocupado, tapaba la nariz y me metía en el de tíos (un día casi me pegan unos desesperados). Tampoco me gusta ir de compras acompañada ni, como ya tengo comentado, me gusta en exceso el chocolate...
Pues bien, entro en la consulta chic con música pedante (¿quién eligirá la música de las consultas?) y como siempre todas están acompañadas de su madre o de su pareja y yo soy la única que está acompañada de su libro...
A ver, cuando estás embarazada me parece lógico que quieras que te acompañen por eso de ver las ecos y poder compartir todo lo que te van diciendo poco a poco. Pero cuando vas a una revisión normal... ¿para qué necesitas que te acompañe alguien? Solo le pedí una vez a un novio que me acompañase para no aburrirme porque sieeempreee se retrasan, pero al final lo pasé peor porque me sentía mal por hacerle pasar por ese aburrimiento.
Tras esperar un siglo me llama una enfermera vestida de rosita, ya se sabe que hay que dejar claro que este es un territorio de mujeres. Pues vale.
Entro en la consulta y cual es mi sorpresa cuando me encuentro que mi nueva ginecóloga es ¡¡¡¡Chavela Vargas!!!!
Me pregunta y me mira con desconfianza (¿hay alguna asignatura en medicina en la que te enseñen a desconfiar siempre de tus pacientes y tomarlos por tontos?). Tras darme una charla en la que me trata de niña tonta de trece años y me dice las cosas con esa rotundidad tan característica de ella, me dice que tengo que hacer mil pruebas. La enfermera rosita me aclara con voz dulce (será para contrastar la aguardentosa de Chavela) que seguro que no pasa nada pero por si acaso, ¿sabes? (y para cobrar vosatras más, no te jode...).
Me hacen prueba de embarazo y sale negativa (ya sería el colmo que no fuese así...) pero el momento complicado fue cuando Chavela se empeñó en que viera bien que sólo había una rallita, "ves, ves, ves, no está embarasada", "estupendo, pero como me acerque el aparatito un poco más ya no lo voy a ver sino que voy a esnifar mi propio meo".
La conclusión es que estoy pendiente de un montón de pruebas y con la noticia de que mi me quedo embarazada mi útero me las hará pasar muy putas, lo cual ahora no me preocupa, pero en un futuro me gustaría ser madre y no sé si el miedo al dolor será más fuerte que ese deseo... Qué complicada es la naturaleza humana...
En fin, que para mi nunca fue traumático ni nada por el estilo la visita al ginecólogo, pero está claro que con Chavela es toda una experiencia...

2 comentarios:

Unknown dijo...

Ay nena,esta experiencia Kinder de dónde ha salido?Nos tienes en ascuas,chata!!!!

dani dijo...

la próxima visita que te cante algo durante la visita y que quiten el aséptico hilo musical...